Pablo, conocido como Saulo el Tarso, se dedicaba a cobrar impuestos y matar cristianos, ya que eran sus creencias.
Un día, Jesús se muestra a Pablo cuando iba camino a Damasco, y le dice “Saulo, Saulo, porqué me persigues? (refiriéndose a la persecución y matanza de cristianos) y lo volvió ciego con su resplandor.
También le dijo que fuera a la ciudad y que ahí le iban a decir que hacer, entonces sus compañeros lo dejaron a la entrada de la ciudad.
Una vez en la ciudad, Pablo permaneció 3 días ciego, sin comer ni beber, tocando fondo y sintiéndose pésimo por lo que le había hecho en contra de Dios; por lo que se arrepintió, y oró y pidió perdón y ayuda a Dios.
Después de esto, Pablo va con Ananías, el cuál lo cura y lo bautiza en nombre de Dios.
Pablo se aleja para pensar y reflexionar, y se va junto a sus discípulos de Damasco; y empezó a predicar a Cristo en las sinagogas, demostrando que Jesús era el Cristo y el hijo de Dios. Hch. 9:1-22
La mayoría de las Iglesias de Apocalipsis (Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea) fueron fundadas por él, tal es el caso de Éfeso. Hch. 19:1-41
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