lunes, 4 de enero de 2010

Nacimiento de Jesús

Para el nacimiento de Jesús, ocurrieron 2 milagros. El primero fue el nacimiento de Juan el Bautista, y el segundo fue el nacimiento de Jesús, ya que en ambos casos pasó algo inexplicable.

1. Nacimiento de Juan. Lc. 1:5-25
Juan era nazareo, es decir un hebreo consagrado al culto de Dios. No bebía licor ni se cortaba el cabello o la barba.

Juan significa “Dios salva”, viene de “Yá” y de “Óseas” Jn. 1:6. Juan nació para dar testimonio de Jesús, para que todos creyesen por él. Jn. 1:7-8

Los padres de Juan eran Zacarías y Elisabet, quienes eran justos e irreprensibles. Zacarías era sacerdote, ambos tenían edad avanzada y vivían en Jerusalén.
Elisabet era considerada estéril, por lo que no tenían ningún hijo.

En el pasado Zacarías había orado y pedido por un hijo, pero a estas alturas ya no pedía por este milagro, al menos no tanto ni tan fervientemente pues era algo imposible para ellos.

Un día a Zacarías, por ser sacerdote, le tocó entrar al santuario y ofrecer el incienso, para pedir bendiciones a los habitantes de Jerusalén y de todo el mundo. Estando ahí se le apareció el ángel Gabriel, y le dijo que su oración ha sido oída (en la que pedía un hijo) y le anunció el nacimiento de Juan, también le dijo que iba a ser grande de acuerdo a las cosas que iba a hacer.
Pero Zacarías lo dudó, por lo cual Dios, mediante Gabriel, lo dejó mudo (y sordo) para que reflexionara lo que le dijeron Cuando Elizabet concibió se quedó 5 meses en su casa también para reflexionar.
El pueblo supo que algo había pasado dentro del santuario al ver como Zacarías salió sin poder hablar más que con señas, y al ver que Elizabet había concebido.


2. Nacimiento de Jesús. Lc. 1:26-38
Los padres de Jesús fueron María y José, aunque José no fue su padre biológico, ya que María era virgen cuando concibió, por lo que su padre fue Dios.

María y José estaban comprometidos, ellos eran pobres pero muy obedientes; vivían en Nazaret, la ciudad más pobre y menos importante de esos tiempos.
Un día a María se le apareció Gabriel y le anunció el nacimiento de Jesús y le dijo quién era Él y lo que iba a hacer; ella no dudó de su palabra y le pregunto que porque ella si no era suficiente para ser la madre de Jesús, aunque dijo que era la sierva de Dios y que se hiciera con ella conforme a su palabra.

Ante el ángel Gabriel cada uno tuvo distinta manera de actuar:
1. Zacarías: reaccionó con incredulidad.
2. Elizabet: reaccionó con agradecimiento y humildad.
3. María: reaccionó con curiosidad y humildad.

Después de esto María visitó a Elisabet, y el bebé (Juan) al reconocer a María brincó en el vientre de Elizabet.
Pasados 3 meses, María le contó lo que pasó a José, y él para no infamarla quiso dejarla, pues sabía lo que le iba a pasar si la acusaba de traición, por lo que prefiría separarse (divorciarse). Dt. 22:23-24; 24:1

Para que José creyera en lo que le dijo María, se le apareció un ángel y le explicó la verdad (en sueños); al despertarse recibió a María.

José se vio obligado a salir de Galilea e ir a Belén para que fuera empadronado (con esto se cumple la profecía , ya que Belén es la casa y familia de David (genalogía de Mateo), donde debía nacer Jesús Mi. 5:2.), por esto María, aunque no estaba obligada, decidió acompañar y seguir a José. Lc. 2:1-7

Después de esto, nació Jesús en un pesebre, ya que José y María no cabían en el mesón; al nacer María lo envolvió en pañales. Al nacer Jesús, María y José tuvieron un matrimonio normal y tuvieron más hijos.

A los primeros que se les avisó del nacimiento de Jesús, por medio de un ángel, fue a unos pastores, y cuando les contaron llegaron más ángeles y alabaron:
1. Gloria a Dios en las alturas: Dios está contento pues su plan estaba en marcha al nacer Jesús.
2. Y en la tierra paz y buena voluntad (para con los hombres): paz pues el reino no tenía guerra y había paz de los hombres para con Dios, y había buena voluntad de Dios con todos los hombres al mandar a Jesús (aunque no lo merecieran).

Después de que se fueron los ángeles, los pastores fueron a buscar a Jesús, y llegaron s muchos pesebres hasta que encontraron a un bebé envuelto en pañales, y glorificaron y alabaron a Dios por esto. Lc. 2:8-20
Y María meditaba todo esto, dándose cuenta de que valió la pena todo lo que pasó y lo que se arriesgó por Jesús.

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